Y sí, al final nos encontramos combatiendo un duelo interminale con nosotras mismas.
Las que tienen marido por el terror de que ellos no se envilezcan con la experimentada y casi infantil competencia y... las que estamos solas, soñando con que, quizás, encontremos en algún momento de lo que nos queda de vida, a un Hombre con quien coincidir... sólo eso y ya es mucho.
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1 comentario:
Así es. Ni más ni menos.Alguien que plasma lo que a cada una le sucede. Adelante!! Genial.
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